Para adquirir una de las 970 casas que grupo ARA construye
en Texcoco, los interesados deben cubrir un perfil y distintos requisitos, el
primero de ellos es tener un ingreso mensual bruto comprobable de 16 mil pesos
y el segundo, violando los derechos fundamentales de cualquier mexicano que
desee adquirir una vivienda, un
comprobante de residencia en Texcoco, requisito obligatorio solicitado por el
propio municipio.
Ambos obligaciones son contradictorios, el primero porque
aunque sea texcocano si no gana 16 mil pesos no puede acceder a un crédito y el
segundo porque el mismo artículo cuarto establece que todo mexicano tiene
derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa.
El alcalde de Texcoco, Higinio Martínez Miranda, justificó
la autorización de las 970 casas con el objeto de ofrecer una opción de
vivienda a las personas que no gozan de este derecho. Lo que omitió es que los
texcocanos humildes quedarían fuera del proyecto.
De acuerdo con el departamento de Especialización
Económica del municipio de Texcoco, el
68. 86 por ciento de la población (235,151 habitantes) labora en el sector de
los servicios, el 24. 94 en el sector industrial y el 5.85 por ciento en el
sector de la agricultura, ganadería y pesca.
La población ocupada en el sector de servicios va desde los
vendedores o empleados de mostrador cuyos ingresos son en promedio de cuatro a
cinco mil pesos mensuales o comerciantes
que no pueden comprobar ingresos.
Ante esta realidad miles de familias habitan en viviendas
rentadas, mientras que las familias jóvenes comparten la vivienda con los
padres de uno de los miembros de la pareja. En muchos casos los jóvenes
invierten en ampliaciones o comparten habitaciones reducidas promoviendo el
hacinamiento dentro de los hogares.
A pesar del discurso oficial con el cual el Alcalde Higinio
Martínez y la actual diputada federal
Delfina Gómez intentaron justificar el proyecto, pero en la realidad las 970 casas de grupo Ara distan mucho de
favorecer a las familias sin vivienda.
El costo de un pedazo de tierra en la hacienda San Javier
es de 791 mil pesos por un departamento de 64.84 metros cuadrados, un millón de
pesos por una vivienda de 68.87 metros cuadrados y un millón 340 mil por 92.12
metros cuadrados de construcción.
Detrás
del conjunto habitacional se encuentra la violación a la veda de
construcciones, establecida por el ex presidente Horacio Duarte (2000-2003), por medio del
cual quedaba prohibida la construcción de conjuntos urbanos de alto impacto por
un periodo todavía vigente de 20 años.
Expertos en el tema del agua como el
Ingeniero Hugo Onofre, han señalado que actualmente el acuífero de Texcoco se
encuentra sobreexplotado por lo que un asentamiento humano como el de
grupo Ara, representará un impacto
desfavorable para toda la población a corto y largo plazo. .
En este
sentido, la Comisión de Agua del Estado de México (Caem), emitió su
factibilidad negativa a la unidad habitacional, debido al déficit del líquido
en el municipio. A pesar de la resistencia del pueblo de Santiaguito, que
demandaba un panteón municipal, el proyecto ARA se consolidó y los texcocanos
fueron despojados de 38 mil 529 metros cuadrados.
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